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Channel: CAMINAR SIN GLUTEN
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CAMINANDO POR BARCELONA. MUCHO QUE VER EN POCO TIEMPO.

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Una vez terminado el Show Cooking de Ramon Freixa con productos Schär, la estupenda organización, nos permitió a cada uno de los bloggers asistentes la oportunidad de organizarnos hasta la hora de regreso a nuestras ciudades – en mi caso las 20 h – en el AVE, algo más que agradecer a los responsables de Schär. 


Os cuento mi caminar por esta ciudad que mira al Mediterráneo, intentando ver mucho, en poco tiempo, pero satisfecho por la experiencia de la mañana, hablando con Ramón Freixa sobre los problemas de cocinar sin gluten, así como viendo como se grababa un vídeo de recetas sin gluten con productos Schär.



Hacía muchos años que no venía a Barcelona, o mejor dicho, que no caminaba por Barcelona, ya que el pasado día 31 de enero, sobrevolé esta ciudad al amanecer, lo que me permitió disfrutar de una imagen preciosa, el ver la ciudad abajo con esa luz horizontal del amanecer; además el avión parece que realiza una visita aérea sobre la Ciudad Condal, ya que después de sobrevolarla de sur a norte, la rodea, y permite verla primero desde tierra con el mar al fondo, y luego desde el mar a menos altura, antes de aterrizar. Pero, en esa ocasión, y por temas de trabajo, mi destino era Sabadell, sin tiempo para estar en Barcelona.

Por eso, y aun lamentando no poder realizar esta visita con Ana, mi compañera en la vida, en la cocina y en el blog. He querido caminar, por esta ciudad famosa por su arquitectura, que han sabido cuidar y valorar, muy al contrario que Madrid, donde la especulación ha hecho caer bajo la piqueta grandes edificios o pequeños palacetes, por no decir, del desprecio al que fue sometido el proyecto del urbanista madrileño: Arturo Soria y Mata (1844 – 1920) que diseño La Ciudad Lineal.Pero dirigentes cortos de miras, destrozaron su diseño, sus palacetes, sus casas, sus tranvías, su urbanización, para convertirla en una calle con muchos árboles, iglesias, colegios y conventos. Nada que ver con el sueño del urbanista, al que el Ayuntamiento de Madrid, tuvo a bien recordárle en el año 1992 (72 años después de su muerte) con una estatua situada en una zona de difícil acceso, donde caminando solo se le puede ver la espalda y mirando hacia la ciudad a modo de castigo. La verdad, es que como madrileño lamento enormemente, la destrucción del gran proyecto urbanístico de la Ciudad Lineal. Pero bueno, hablemos de Barcelona y de Antoni Gaudí i Cornet, del que hoy 25 de junio de 2013, se cumple su 161 aniversario de nacimiento.


Hacía tanto tiempo que no venía a Barcelona, que me apetecía en primer lugar, ver a la familia catalana, y eso fue lo primero que hice, llamar e ir a comer con algunos de ellos, con la gran suerte de poder compartir comida y charla durante unas horas. Y luego a caminar, que tenía mucho que ver y poco tiempo.

Baje desde las proximidades por las proximidades del Tibidabo, callejeando, y ya desde la calle Mallorca, me encontré con las torres puntiagudas de esta gran obra inacabada de mi arquitecto favorito, el grandísimo artista Antoni Gaudí i Cornet (1852 – 1926), y su obra comenzada en 1886: La Sagrada Familia. Un grandioso templo de la arquitectura, independientemente de lo que en su interior se venere.


Primero, me encontré frente a la “Fachada de la pasión” que se comenzó en 1954, y la fui rodeando por su parte este, admirando, e intentando no perder detalle de lo nuevo y de lo viejo, y llegar a la “Fachada del nacimiento”


Ya en la “Fachada del nacimiento”, me detuve un buen rato, intentando admirar cada detalle, cada pórtico, cada filigrana arquitectónica, y apretando una y otra vez el disparador de la cámara intentando plasmar lo que mi retina veía en cada momento, ya que no sé cuándo podré volver, y lamentando no tener tiempo para observar su magnífico interior y su museo…¡Otra vez será!


Tras rodear y ver todas las fachadas de La Sagrada Familia, y dado que el calor apretaba, decidí caminar por la sombra, donde se notaba un poco de brisa mediterránea, para acercarme al Paseo de Gracia, y admirar otra de las magníficas obras de Gaudí: La casa Milà  conocida como La Pedrera, sus balconadas, sus curvas y sus impresionantes trabajos de forja en rejas y balaustradas.


Con el sol en la espalda, continúe mi caminar hacia el Mediterráneo a buen paso por el Paseo de Gracia, observando muchos edificios singulares, y detalles arquitectónicos, sus torretas, sus balconadas, sus fachadas, sus tejados.


Y llegué a Casa Batlló, construida por Gaudí entre los años 1904 – 1906, para el industrial textil, al que Gaudí le diseño una “casa de muñecas”, con una fachada colorista, llena de azulejos con esa técnica que tanto le gustaba: Trencadís. Coronada con un impresionante tejado curvo y torreta.


Aquí, en Casa Batlló, también detuve mi caminar, observando y fotografiando cada detalle que me era posible, sus ventanales, sus balcones, su torreta, su tejado, su color, sus curvaturas…


El tiempo fue pasando, miraba el reloj, ya que no quería perder el tren, pero aún me quedaba de ver mucho. Así que continué caminando, pasé la Pza. de España, y me adentré en el barrio gótico, para salir a Las Ramblas, y acercarme, a ese templo de la gastronomía, que cualquier amante de la gastronomía que vista Barcelona, no puede perderse: El Mercado de La Boquearía.


A esas horas de la tarde, no estaba todo abierto, pero nada más entrar, refresque mi sed con un zumo de guayaba bien fresco, y luego fui admirando uno a uno los puestos, abarrotados de turistas – como yo – haciendo fotografías de productos y tenderetes, pero comprando poco o nada.


Ya en la puerta, tomé el la L3 del metro, con los pies doloridos por la rapidez del caminar, para dirigirme a la estación de Sants y tomar el AVE a Madrid. Pero antes, me pase a ver y tomar un café tranquilamente con mi prima Silvia, tan lejana en la distancia, tanto tiempo sin vernos y a la vez tan cercana.

Me quede con ganas de ver el Parque Güell, ese que le encargó a Gaudí el empresario Eusebi Güell, que dicen era un excéntrico, pero gracias a su excentricidad, y al apoyo a Gaudí,  hoy en día podemos disfrutar de esta maravilla de parque que me he perdido, y no he podido caminar por sus jardines, sus terrazas, ver la famosa “Salamandra” realizada con la técnica del “Trisquet” y observar Barcelona desde el parque. Otra de las visitas pendientes en el próximo viaje.


Ya en el tren, repasé mentalmente lo vivido por la mañana en el Show Cooking de Ramon Freixa con productos Schär, una experiencia distinta y muy positiva, al ver la preocupación por una parte de Schär de contar con el apoyo de grandes cocineros y de estos en preocuparse por el colectivo celíaco.


Pero también recordar todo lo visto, y lo mucho que me queda por ver en esta ciudad iluminada por los primeros rayos del sol y los brillos que se reflejan en cada uno de los azulejos coloristas del grandísimo artista: Antoni Gaudí i Cornet, y en poco tiempo, estaba junto a La Cibeles de Madrid.


A Barcelona tenemos que volver y caminar sin gluten por sus calles, y disfrutar de las obras del gran Antoni Gaudí i Cornet.


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